San Pancho
Sin confundirlo con su contraparte californiana, San Francisco, Nayarit -o San Pancho como se le conoce comúnmente– es mucho más discreto que el cercano Sayulita, al menos en la primera impresión. Aún así, con sus galerías de arte, restaurantes, colectivos de artistas y escritores, organizaciones del medio ambiente, sin mencionar sus festivales anuales de música y arte, invita a sus visitantes de corta y larga estancia, nacionales o extranjeros, a involucrarse con la comunidad de la manera que gusten.
Toma un placentero viaje de 20 minutos el recorrer todo el pueblo desde la carretera 200 a lo largo de su calle principal. A lo largo del camino, un creciente número de restaurantes, tiendas y galerías se pueden encontrar junto con los centros comunitarios locales construidos en bodegas abandonadas que fueron retomadas hace poco. Los carritos de golf parecen ser el medio de transporte preferido ya que son ideales para recorrer la ciudad.
La playa de San Pancho, Nayarit, es de blanca arena, invita a caminatas de punta a punta al atardecer, mientras que sus olas son mejores para surfear que nadar. Aparte de un ambiente relajado, el tesoro más preciado de San Pancho es su comunidad artística. Organizan un festival internacional de música anual, encuentros de artes visuales y teatro, inclusive cuenta con una escuela de circo para niños.
Esta ciudad costera de Riviera Nayarit, tiene una vibra amigable que induce a las pláticas espontáneas, lo cual es solo una de las razones por las cuales expatriados muy relajados se mudan al pueblo y locales de Puerto Vallarta aman pasar los fines de semana aquí. Al continuar siendo un pueblo con una vibra única, su calle principal es algo digno de visitar, lo mejor del Viejo Mundo sin sacrificar los beneficios de hoy en día, como el latté perfecto. Luego tenemos su belleza natural indómita, con grandes extensiones de perfectas playas y jungla para explorar. Los surfistas son atraídos por sus playas perfectas y su oferta restaurantera es sorprendentemente fantástica y diversa.
No es sorpresa que San Pancho sea considerada la “capital cultural” del estado de Nayarit. San Pancho es hogar de varios eventos anuales, tales como el San Pancho Music Festival, y la exhibición anual del Colectivo Artístico que se lleva a cabo a finales de año, en el mes de Diciembre. También hay un grupo de escritores muy activo, un grupo de observación de aves, un grupo de preservación de la tortuga marina y Hojanay, un grupo ambientalista dedicado a la preservación del Jaguar y su hábitat. Todas estas y más organizaciones proveen a los visitantes con múltiples opciones para involucrarse directamente en actividades de voluntariado.
Los objetivos ambientalistas de San Pancho van de la mano con su oferta culinaria. Los puestos de comida abundan, con algunos restaurantes más sofisticados ofreciendo un toque más orgánico en sus menús, otros cuantos tienen música en vivo durante las tardes. Durante los meses de invierno y primavera, muchos negocios a lo largo de la Avenida Tercer Mundo, organizan el Art Walk los días viernes, una excelente oportunidad para conocer la oferta del pueblo.
San Pancho está localizado a menos de una hora al norte de Puerto Vallarta por la carretera 200 Norte, a tan solo 5 minutos pasando Sayulita, otra popular ciudad costera. La salida a San Pancho está claramente marcada en la carretera y la mayoría de sus atracciones se encuentran sobre o muy cerca de la Avenida Tercer Mundo, su calle principal, que corre de la carretera a la playa. Una placentera caminata por Avenida Tercer Mundo de la carretera a la playa no debe tomarte más de 30 minutos.
San Pancho es hogar del Club de Polo La Patrona, uno de solo dos con los que cuenta la región, el otro localizado en Costalegre. La Patrona tiene partidos de polo por temporadas y atrae atletas nacionales e internacionales, así como entrenadores y practicantes. Hay partidos de exhibición cada domingo durante los meses de invierno y primavera, lo cual significa una perfecta oportunidad para socializar para residentes y visitantes.
La playa en San Pancho es tan amplia y tranquila que es virtualmente imposible que se vea muy concurrida. Se extiende por varios kilómetros y es una favorita de los corredores en playa. Es mejor para surfear que para nadar, hay muchos lugares para comer en la playa, con baños públicos justo en el centro de la misma.
La mayoría de la actividad en San Pancho toma lugar en Avenida Tercer Mundo. Al norte del pueblo, un fraccionamiento residencial ofrece hermosas propiedades frente a la playa y en la colina, así como algunos hoteles. Dada la corta distancia a Sayulita (5 minutos al sur) es posible explorar ambos destinos en un solo paseo.
Las opciones de propiedades en venta en San Pancho han estado casi siempre limitadas a casas unifamiliares construidas en el pueblo o en la colina al norte de San Pancho. Nuevos desarrollos ofrecen casas y cotos cerrados, incluyendo también algunos pequeños proyectos de departamentos en condominios. Originalmente construida como un modelo del desarrollo del Tercer Mundo por un presidente con aspiraciones a un puesto en la ONU, Luis Echeverría (1970-1976), su infraestructura es sólida y muy bien pensada, el hospital que construyó es un elemento destacado de la vida en el pueblo hoy en día. Nada había cambiado mucho en esta comunidad dedicada a la cosecha de mangos hasta hace unos años, cuando hubo un crecimiento espontáneo en el desarrollo inmobiliario al ser descubiertos los mucho placeres del pueblo por los visitantes.
Debajo están listadas algunas de las propiedades en Venta en San Pancho que están disponibles actualmente.
Frente a la Playa
En su mayoría casas tradicionales aunque hay algunos proyectos de villas y condominios. En su mayoría inmuebles locales, aunque eso está cambiando. Precios bajos a medios. No muchas propiedades con vista. Propiedades de gama alta en la costa justo a la salida norte de San Pancho.
Pequeño pueblo playero, a tan solo unos minutos de Sayulita pero a una hora de Vallarta y el aeropuerto. Un lugar perfecto para alejarse de todo.
San Pancho a veces es considerado una versión adulta de Sayulita. Ofrece un estilo de vida relajado y sencillo, alejado de el ajetreo de la vida en ciudad.